Las hermanas fueron ubicadas en una casa en Barrios de Jesús, donde adelantaban labores pastorales como: catequesis de primera Comunión, atención a las necesidades familiares a nivel espiritual.
Luego reunieron a un grupo de 100 niños de kínder para darles clases y una comida diaria, gracias a la colaboración de Cáritas Diocesana y la Secretaría de Educación.
Después de un tiempo, acompañadas por las benefactoras que las llevaron a Medellín, se contactaron con COLTEPUNTO, fábrica de medias, dando trabajo a 30 muchachas.
En enero de 1968, ante la necesidad de organizar una obra benéfica a favor de niños abandonados, hijos de madres solteras que no podían mantenerlos, se organizó el “portal de Belén”, una casa dirigida por las hermanas, donde los cuidaban hasta encontrar un hogar cristiano que los adoptara.
En 1969, la corporación “Barrios de Jesús” proporcionó a los talleres de confección máquinas de coser y un contrato de confección de toallas con TEJICONDOR. Viendo que los talleres iban respondiendo se solicitó trabajo a COLTEJER la cual respondió con generosidad brindando trabajo y asesoría en técnica de talleres de confección.
Ante el crecimiento de los talles, las hermanas recibieron el consejo de organizar una Cooperativa, llamada “Cooperativa de producción Cristo Rey”. Desde un principio la cooperativa fue dirigida por una religiosa, pero cuando el grupo se constituyó mejor, esta dejó la representación en manos de las socias.
La misión de evangelizar la desarrollan siempre las religiosas quienes conocían personalmente a todas las familias y sus necesidades. Funcionó durante varios años en el barrio una Escuela especial dirigida por una hermana, junto con otras actividades como: “Montañeras de la Virgen” convivencias, catequesis de primera comunión, grupos de oración, clases de religión entre otros.
Tanto las señoras de la junta como las hermanas, tuvieron desde un primer momento la necesidad de atender a los niños en edad pre escolar, para ello, se construyó el Centro para la Infancia Padre Gras. Este programa fue financiado por el ICBF, y dirigido por una religiosa Hija de Cristo Rey.
En noviembre de 1975, barrios de Jesús entrega a las Hijas de Cristo rey la finca Villa Martha. Esta obra tenía como finalidad la pastoral de un nuevo barrio en el sector de Robledo.
En 1976 la comunidad Hijas de Cristo Rey, instada por las necesidades del entorno de Villa Martha organiza un nuevo hogar infantil similar al que funcionaba en barrios de Belén.
La primera actividad que se tuvo en la finca Villa Martha fue una colonia infantil de 50 niños procedentes de barrios marginados de Santo Domingo Sabio, allí permanecieron por 15 días.
El 16 de junio de 1976 empezó a funcionar el hogar infantil Villa de la Candelaria con la asistencia de 150 niños, todos ellos hijos de madres trabajadoras y de escasos recursos. Tres Hijas de Cristo Rey, subían todos los días para atender a los niños con un grupo de jardineras.
El 16 de junio de 1976 empezó a funcionar el hogar infantil Villa de la Candelaria con la asistencia de 150 niños, todos ellos hijos de madres trabajadoras y de escasos recursos. Tres Hijas de Cristo Rey, subían todos los días para atender a los niños con un grupo de jardineras.
Después de un tiempo las hermanas: María de los Ángeles Fernández, Dolores Díaz, María José García y Teresa Rendón se instalaron en el Hogar Infantil “Villa de la Candelaria” y ampliaron su acción pastoral.
Luego de un tiempo y viendo la situación del barrio, las Hijas de Cristo Rey deciden fundar un Colegio con el fin de que los niños que recibían la educación básica y no tenían facilidades de continuar sus estudios, pudieran hacerlo. 
En 1984 las religiosas solicitan a Barrios de Jesús la donación del terreno de la parte baja de la finca “Villa Martha” para construir un Colegio. Esta obra educativa llamada “Jesús Rey” inició bajo la dirección de la madre Esperanza Alarcón quien ha permanecido durante 25 años al frente de la Institución. 
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